CAMARONES
Camarones es un pequeño pueblo pesquero con mucha historia para contar. Se encuentra en la costa atlántica de Chubut, a mitad de camino entre Trelew (250 km) y Comodoro Rivadavia (240 km). La forma más fácil y rápida para acceder es desde la RN3, tomando el desvío hacia la RP30 por unos 70 km de asfalto.
Recorriendo su Historia
En 1535 arriba desde España Simón de Alcazaba y Sotomayor, quien fundaría aquí las bases de la primera población de Chubut. Desafortunadamente, muere a manos de sus soldados durante una rebelión por las malas condiciones en las que se encontraban, y el lugar queda abandonado.
A partir de 1890 se originan los primeros asentamientos aprovechando la excepcional ubicación del puerto, donde los barcos llegan con provisiones y se marchan cargados de lanas y cueros. Esto permite que el pueblo prospere rápidamente y gracias a la excelente calidad de las lanas que aquí se producen, se le otorga la distinción de “lana tipo Camarones”, reconocida internacionalmente.
En 1899 naufraga frente a las costas de Camarones el legendario Buque Villarino, el cual había repatriado unos años antes desde Francia, los restos del General San Martín.
A principios del S.XX se asienta en esta localidad la familia Perón, donde el presidente Juan Domingo Perón pasó parte de su infancia, mientras su padre ejercía como Juez de Paz.
En la actualidad la población de Camarones ronda las 2000 personas, las cuales se dedican principalmente a la pesca y recolección de algas, ganadería, y al incipiente negocio del turismo.
Qué ver y hacer en Camarones
Plazoleta Nueva León
Esta plaza es un homenaje a los primeros españoles que llegaron en 1535. Se ubica en el paseo costero y destaca su torrecilla coronada por una cruz. Es un lindo lugar para disfrutar las vistas de la bahía y el puerto.
Cada 9 de marzo se celebra aquí el “Día de los Españoles”, conmemorando su llegada y las duras condiciones que tuvieron que afrontar en estas desoladas tierras.
Casas de los Pioneros
Camarones es uno de los pocos lugares donde aun se conservan algunas casas de los primeros pobladores de finales del siglo XIX y principios del S.XX.
Museo Perón
Este museo se ubica en el predio donde residió la familia Perón. Se pueden ver desde objetos pertenecientes al futuro presidente (juguetes, ropa, mobiliario…) hasta fotografías y manuscritos de relevancia.
Se puede visitar de miércoles a domingo de 11:00 hs a 18:00 hs.
Tel: +54 (0297) 4963014 / museoperon.camarones@gmail.com
Actividades en la naturaleza
Desde Camarones parten excursiones para conocer la fauna marina y observar entre otros: lobos marinos, pingüinos y diversas aves. También se puede bucear en la zona donde se hundió el buque Villarino.
Fiesta del Salmón
Camarones es conocido como “La capital del Salmón”, y en su honor se celebra en febrero la famosa Fiesta del Salmón. El pueblo se llena de pescadores y turistas y se celebran diversos concursos de pesca durante 3 días. Ojo, no se trata del salmón rosado, sino de una variedad de color blanco, típica de esta zona.
Comer
Camarones es un buen lugar para degustar platos de pescados y mariscos típicos, entre ellos su famoso salmón. No en vano, el nombre del pueblo tiene su origen en la gran cantidad de langostinos que antaño se encontraban en la bahía.
Nosotros comimos esta picada de mariscos en un restaurante local por 690 pesos (febrero 2017):
Otros datos importantes
Camarones cuenta con:
- estación de servicio
- cajero automático
- múltiples opciones para pernoctar
- no tiene buena señal de internet y no hay servicio de posnet, por lo que todos los pagos deben ser en efectivo.
Alrededores
A pocos kilómetros de Camarones encontraremos diversos espacios naturales como pingüineras, hermosas playas y antiguos pueblos abandonados entre otros atractivos. Para ello se debe tomar la RP1 (ripio en buen estado), cruzando vastos parajes de estepa patagónica y algún que otro guanaco solitario.
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AL NORTE
Cabo Raso
Tomando la RP1 hacia el norte desde Camarones, tras recorrer 80 km, llegaremos al pueblo de Cabo Raso.
Este lugar, emplazado a orillas del océano, vivió su máximo apogeo como puerto desde finales del S.XIX hasta mediados del siglo XX. El pueblo, mayormente dedicado a la pesca y recolección de algas, llegó a contar incluso con un faro y era lugar de paso obligado para quienes se dirigían al sur.
Toda esta prosperidad quedó sepultada con la construcción de la RN3, muy alejada de la costa, lo que permitía unir de manera más directa las ciudades de Trelew y Comodoro, convirtiendo a Cabo Raso en un pueblo fantasma.
Sin embargo, hace algunos años comenzó a poblarse de nuevo gracias a una pareja con ganas de un estilo de vida diferente. Empezaron a reconstruir las pocas ruinas que quedaban en pie, y hoy en día ofrecen un sencillo pero lindo hospedaje sustentable y la posibilidad de conocer la historia olvidada a través de distintos paseos: el antiguo cementerio, el faro, un barco hundido y hasta un bunker abandonado, entre otros.
Además, la bahía es considerada una de las mejores para surfear.
Pingüinera Punta Tombo
Continuando hacia el norte unos 70 km más por el mismo camino, llegamos a la mayor reserva continental de pingüinos magallánicos del mundo: Punta Tombo.
Desde septiembre hasta abril podremos disfrutar a corta distancia de este espectáculo del mundo animal, donde miles de pingüinos se reúnen para reproducirse y criar a sus polluelos.
Primero llegan los machos y adecuan el nido (una cueva en la tierra) para la inminente llegada de las hembras. Cuando esto sucede, se empiezan a llamar mutuamente mediante una especie de graznido, que permite a cada pareja reencontrarse año tras año. Ambos serán responsables de empollar los huevos y criar a los pichones.
A la entrada del parque hay un centro de interpretación donde aprender más acerca de las costumbres de estas simpáticas aves.
AL SUR
Pingüinera Cabo Dos Bahías
Si tomamos la RP1 hacia el sur desde Camarones, después de recorrer unos 30km de ripio en buen estado llegamos a la entrada del parque Cabo Dos Bahías, donde se abona el acceso.
Es una pingüinera pequeña que se recorre a través de una pasarela, por debajo de la cual caminan tranquilamente los pingüinos magallánicos.
Se puede visitar de septiembre a abril, pero sin duda la mejor época es entre diciembre y enero, cuando los polluelos ya han nacido. Dentro del parque se puede acceder a pie o en vehículo hasta dos miradores con hermosas vistas hacia los acantilados y el océano.
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Bahía Bustamante
Continuando por la RP1 hacia el sur, después de recorrer 85 km de ripio en buen estado, se llega hasta el antiguo poblado alguero y actual hostería de Bahía Bustamante.
Este lugar fue descubierto en los años 50 por el español Lorenzo Soriano, quien buscaba algas marinas para fabricar fijador de pelo. La bahía era conocida como Bahía Podrida, dada la gran acumulación de algas que había, y fue el lugar perfecto para construir un poblado donde vivirían hasta 400 trabajadores y que contó con iglesia, comisaría, escuela y talleres.
El lugar quedó abandonado en los años 80 tras un derrame petrolero.
Por fortuna, hace unos años fue recuperado y readecuado como un emprendimiento turístico que, además de continuar la recolección alguera, ofrece hospedaje en cabañas (las antiguas casitas de los trabajadores), un exclusivo restaurante con productos del lugar y múltiples excursiones: avistaje de fauna marina, bosque petrificado y playas de arenas blancas, entre otras.
La luz eléctrica solo funciona en horarios preestablecidos, no hay internet y en todas las actividades se intenta generar el mínimo impacto al medio ambiente.
Pero ojo, todo lo ofrecido solo puede realizarse con la hostería, previa reserva. Es decir, al ser terrenos privados, uno no puede recorrerlos por su cuenta.
Eso nos pasó a nosotros, cuando tras recorrer el largo camino de ripio desde Camarones y llegar aquí con todas las ilusiones puestas, no pudimos hacer nada.
Nuestra intención era conocer más de cerca la historia del lugar y llegar hasta alguna de las bellas playas. Pero al empezar a recorrer el poblado y tratar de acceder a la iglesia, un señor nos dijo de manera “muy seria”, que no podíamos manejarnos libremente por ahí y que para realizar cualquier recorrido era necesario contratar la excursión e ir con guía, nada de andar por nuestra cuenta.
Imagino que esto obedece a dos razones: minimizar el impacto en el lugar, impidiendo la libre circulación, y sobre todo, asegurarse una buena recaudación.
Lo cierto es que lo poco que vimos no atrajo nuestra atención como para querer quedarnos, y si uno decide venir aquí, van dos simples pero importantes recomendaciones:
- Prepare el bolsillo y reserve todo con tiempo, no se juegue a ir sin reserva porque no hay muchos alojamientos y se llenan rápido.
- Acceda desde la ruta 3, en el desvío marcado como Bustamante, son tan solo 35 km de ripio. Ir desde Camarones por la RP1 no tiene mayor atractivo que ver la estepa patagónica y cruzar un par de estancias en el camino.
Desde Bahía Bustamente, hay dos opciones para seguir camino: ir hacia la ruta 3, a unos 40 km o continuar por la RP 1 hasta Puerto Visser. Nosotros elegimos la primera, ya que no teníamos certeza del estado de la ruta 1 a partir de este lugar.
Puerto Visser
Este poblado abandonado, fue fundado en 1903 por una colonia bóer (sudafricanos de origen holandés) y albergó a un gran número de familias ganaderas y agrícolas. Su puerto llegó a ser uno de los más importantes de la región a principios del S.XX.
Sin embargo, el descubrimiento del petróleo en Comodoro en 1907 y el rápido crecimiento que trajo aparejado para esta ciudad, hicieron que Puerto Visser quedara progresivamente abandonado por sus pobladores.
Nada nos emocionaba más que descubrir los restos de este pueblo abandonado, como la escuela y el cementerio, que se mencionan en distintos artículos. Lamentablemente, nunca pudimos encontrar el acceso desde la RN3. El GPS nos indicaba la entrada a través de la tranquera de una estancia, pero no había ningún cartel indicador, por lo que decidimos no entrar.
Algunas personas cuentan que se puede llegar en cuatriciclos y vehículos 4×4 desde Comodoro, a través de la costa, pero no tenemos mayor información, así que de momento queda como un destino pendiente!.
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Anécdota viajera.
Les presentamos a “Por los vientos de Sudamérica”. Ellos son una pareja viajera: Gloria y Alberto, acompañados en esta aventura por sus dos hermosos perros Indi y Aretha. Nos conocimos por Face cuando ellos estaban en España preparando su gran aventura. Lejos ya de su tierra, están haciendo realidad su sueño y gracias a las casualidades del destino, los encontramos en Camarones – eclipse de por medio – Gracias Gloria y Alberto por su buena onda en los momentos compartidos en Camarones y en Rada Tilly. Que sigan disfrutando su viaje!! Excelentes rutas!!
Pueden seguirlos en http://www.porlosvientosdesudamerica.com
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